Desde muy joven supe que la medicina era mi camino, pero fue en la cirugía plástica donde encontré mi lenguaje: un equilibrio entre ciencia, arte y propósito. Hoy, me dedico con pasión a la cirugía estética y reconstructiva, con especial énfasis en la reconstrucción mamaria, la afirmación de género y los procedimientos que devuelven armonía sin perder identidad.
Cada paciente trae una historia única. Escucharla, interpretarla y acompañarla con criterio quirúrgico, creatividad y sensibilidad es el eje de mi práctica. No busco resultados replicados ni ideales impuestos, sino soluciones a medida, éticas, humanas y técnicamente impecables.
Trabajo con precisión, pero también con emoción, porque la belleza verdadera no se impone, se revela. Esa es la diferencia entre un procedimiento más… y una verdadera transformación de sí mismo.